"Sin color"
Había una vez, un mundo de colores, donde cada reino
se caracterizaba por ser de un color diferente,. Cada reino estaba habitado por
individuos del color que se caracterizara su reino.
En el reino de color azul, el rey
y la reina, los cuales eran muy queridos por todo su pueblo azulado, decidieron
tener un hijo, ya que no tenían descendencia para en un futuro gobernar el
Azul.
En cualquier reino, todos los
niños son de color blanco, pero una vez van creciendo se van tiñendo del color
de su pueblo. El joven príncipe, que quería quedarse siempre de color neutro y
no ser azul, se lo contó a su padre, pero éste le dijo que si quería gobernar
en el reino Azul tenia que ser de dicho color.
Con el paso de los años, el
príncipe iba creciendo y creciendo, pero como no le gustaba el color azul, le
pidió a su padre que le mostrara la belleza de tal color. Así pues, el joven le
prometió a su padre que si le mostraba la flor azul más bonita, se convertiría
en azul.
El rey, como solo quería ver a su
hijo teñido de azul, mando a sus nobles caballeros en busca de la flor azul mas
hermosa de todo el reino. Tras varias semanas de búsqueda, el Rey le mostró la
flor a su hijo, y este, al no convencerle, le pidió otro favor para entender
tal belleza que esconde el color del reino. Y así fue.
Esta vez, el joven príncipe pidió
al padre que le trajera en mano la canción azul mas melodiosa que se haya
escuchado en el reino. El rey, que le gustaba mucho la música, se puso en
marcha junto con sus caballeros para encontrar la melodía mas bonita que
demostrara la belleza del color azul. No transcurrieron mas de dos semanas
cuando el mismo rey le toco a su hijo la canción.
El joven príncipe blanco, veía
que sus deseos de quedarse para siempre así se esfumaban, pero no se rindió.
Pidió a su padre un último deseo, y aunque el Rey se quejaba por sus continuos
rechazos, acepto concederle ese último favor. El príncipe le pidió algo muy
difícil de encontrar, porque no era fácil de ver; tenía que
traerle la nube azul mas esponjosa del reino. Tanto el Rey como sus
caballeros se quedaron boquiabiertos, ya que al vivir en un reino con el mismo
color que el cielo, no se distinguían bien las nubes.
Pasaron meses y meses, sin
resultado alguno de la nube. El príncipe estaba muy contento porque iba a
salirse con la suya, pero su padre no se dio por vencido, y tras mucho tiempo
de búsqueda, la encontró. Una pequeña nube azul muy esponjosa.
Los súbditos del rey hicieron
llamar a su hijo, pues quería reunirse con el. El joven que creía que su padre
se iba a rendir ante él y permitirle quedarse siempre de color blanco, cuando
observó aquella nube sobre la palma de la mano de su padre, vio su deseo hecho
pedazos. El padre cansado de los juegos de su hijo, ordenó que tiñeran a su
hijo al amanecer del día siguiente.
Como el príncipe, sigue sin
querer ser de color azul, esa misma noche, decide escaparse del reino con las
tres cosas que le había conseguido su padre, la flor, la canción y la nube. Fue
buscando cobijo por otros reinos de colores, pero al ser de color blanco,
ningún reino le aceptada, apodando al pobre joven con el nombre de “sin color”.
Después de recorrer varios reinos sin conseguir un lugar donde lo aceptasen,
decidió adentrarse en una cueva deshabitada durante un tiempo.
Una mañana, el príncipe sin color
se despertó sobresaltado por los ladridos de unos perros y voces humanas que
estaban a la entrada de la cueva. Él se pensaba que su padre le había
encontrado y le obligaría a volver al reino azul y teñirse. Pero no era su
padre, eran los caballeros del reino rosa, que al encontrarle dentro de esa
cueva y sin color, le preguntaron de que reino proviene. El joven que no quería
revelar su identidad, les dijo que era un joven perdido que no recordaba de que
reino procedía y que no tenía ningún sitio donde vivir, salvo esta sucia cueva.
Los caballeros rosas decidieron llevarle con ellos al reino y que la Reina Rosa
decidiera que hacer con él.
Cuando llegaron al reino, los
caballeros avisaron a la reino de la presencia en el reino de un joven sin color
que habían encontrado en una cueva, la cual respondió que se lo trajeran ante
ella. El joven príncipe al ver a la bella reina rosa, se quedo perplejo ante
tal hermosura. La reina que no sabia muy bien que hacer con él, decidió dejarle
vivir en el reino hasta determinar que hacer con él. Gesto que agradeció el
príncipe con una enorme sonrisa, que hizo llamar la atención de la reina.
Pasaron los días y el príncipe
cada vez se sentía mas cómodo en el reino y enamorado de la reina rosa. Uno de
esos días, escucho a la reinar conversar con sus caballeros, que debía
encontrar un rey, de este u otro trono, para gobernar en el reino Rosa. El
joven, al escucharlo, decidió intentar enamorar a la joven reina, ya que el
estaba dispuesto hacer lo que fuera por ella. Y así fue.
A la mañana siguiente, el
príncipe sin color, que se dedicaba a limpiar los aposentos de la reina junto a
otro súbdito, le dejo sobre la mesilla la flor azul que le consiguió su padre.
A la noche, cuando la reina vio la flor, mando reunir a todos sus trabajadores
y trabajadoras del Castillo para saber quién había dejado una flor de otro
reino sobre su mesa, pero todos callaron. La reina fue mirando a cada uno de
ellos para ver sus caras, para intentar descubrir al que lo hizo y, al toparse
por segunda vez con los ojos del príncipe sin color, observo que era mucho mas
bello, que la primera vez que lo vio. Al final, mando q sus súbditos que
volvieran a su trabajo, quedándose la trama sin descubrir.
El joven príncipe, que veía como
su plan funcionaba, decidió dejarle otro objeto sobre su mesa al día siguiente;
esta vez fue la letra de la canción azul mas melodiosa. La reina al descubrir
otro objeto azul en su dormitorio, volvió a llamar a todos sus súbditos, pero
esta vez no para preguntar por quién fue el que dejo aquella letra de canción
en sus aposentos, pues sabía que se encontraría con el mismo silencio que el
día anterior, sino para organizar un baile de mascaras esa misma noche, al que
estarían invitados todos los nobles del reino, ya que la reina tenía que
encontrar a su futuro rey.
“Sin color”, sabía que esa era su
única oportunidad para poder acercarse a ella sin ser descubierto. Como el no
era de ese reino, pidió a uno de sus súbditos que le prestara una mascara para
poder asistir al baile. Este le puso la condición de dejársela si volvía a
tiempo al trabajo, recibiendo una respuesta afirmativa por parte del joven.
Llegada la noche, empezaron a
llegar los invitados y con ellos, el baile. En un momento en el que el joven
príncipe vio a la hermosa reina esperando a que alguien la sacara a bailar,
decidió que ese era su momento. Les comento a sus compañeros que tocaran la
canción azul en cuanto él comenzase a bailar con la reina. Y así lo hicieron,
fue ponerse a dar los primeros pases de baile cuando comenzó a sonar una suave
y hermosa melodía. Tanto el príncipe como la reina, parecían estar sobre una
nube, no les importaba quien estuviese a su alrededor, solo estaban él, y ella.
Al fin de la canción, el príncipe se marcho antes de que la reina bajara de esa
nube, quitándose la mascara y volviendo a su trabajo para no ser descubierto.
Pero no contento con todo lo
ocurrido, decidió dejar esa misma noche la nube azul tan esponjosa sobre la
cama de la reina.
Una vez finalizada la fiesta y
despedido a todos los invitados, la reina se fue a descansar. Cuando llego a su
habitación y vio la nube esponjosa de color azul, mando llamar al príncipe sin
color, pues creía estar segura de lo que estaba ocurriendo.
El joven llamó a la puerta de la
alcoba de la reina y ésta le permitió pasar. La reina le pregunto que donde se
metió durante el baile, que no le vio trabajando junto con sus compañeros. El
príncipe, que no la miraba a los ojos por miedo a que le descubriese, contesto
diciendo que estuvo sirviendo a sus invitados.
La reina, que no le creía, se fue
acercando poco a poco al príncipe y le dijo que si no sabia de quién era
aquella nube azul, respondiendo que no sabía nada sobre eso. La reina rosa
mirándole a los ojos le dijo, que esa nube que había dejado el sobre su cama,
es la acompañante de esta nube rosa.
No se quién eres, le dijo la
reina, pero se que perteneces al reino azul y quiero que seas, mi príncipe
azul.
Al final, el príncipe se
convirtió en azul, formando un nuevo reino bicolor.
FIN
La adaptación del cuento "Sin color" esta destinado a los alumnos y alumnas del segundo ciclo de Educación Primaria.
Respecto a los cambios que he realizado en la adaptación, destaco como principal el cambio de sexo al protagonista, siendo este un príncipe en lugar de ser una princesa. Además, he mantenido con vida a la madre del príncipe.
También he modificado el motivo de su huida: en la adaptación el príncipe se va porque no quiere ser de color azul, mientras que en "Toda clase de pieles" se va para no casarse con su padre.
He mantenido que el hijo le pida tres objetos al padre antes de la huida, pero los he modificado por una flor, una canción y una nube.
Me encantaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!! es originallll no t voy a decir más jajaja y muy bien escrito
ResponderEliminarDdiosssss locuraaa!!! Gente sin color y yo sin palabras, nose que decirte, solo decirte, totalmente diferente de los que he leido, y eso que solo comento lo mas interesante
ResponderEliminarPerfecta la adaptación, pero debes cuidar la redacción para que no haya algún párrafo por ahí en presente histórico en lugar de en pasado.
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