LITERATURA
INFANTIL, UN PRIMER ACERCAMIENTO.
Literatura e Infantil, dos términos que
a simple vista no parecieran pegar demasiado unidos, o al menos, esperar que el
fruto de tal combinación sea exitosa. En un primer momento, mi mente se
encontraba con este pensamiento, pues casi pareciera utópica la idea de unir
estos dos aspectos.
Este es el primer Bloque y en mi reflexión inicial muchos
pensamientos se generan en mi cabeza, recuerdos de mi recorrido por la
Literatura durante mi época estudiantil y ahora, como profesor de prácticas.
Para mi sorpresa, poco ha cambiado, lo que me lleva a concluir que algo estamos
haciendo mal tanto profesores como familiares para llevar la Literatura a los
pequeños. No obstante, como indicaré más adelante, en estos momentos la
lectura, los libros, los autores… la Literatura en general, está más cerca que
nunca de los jóvenes estudiantes, sobretodo de los adolescentes.
La Literatura, como bien hemos
aprendido, es un arte que utiliza la vida, su propia vida para manifestarse, y
pretende la creación de un objeto artístico. Y esta manifestación tiene
diversas formas, pues sucede que al hacer referencia a la misma, la mente va
directamente a la prosa, encontrando también múltiples y maravillosas formas de
disfrute: prosa, verso, teatro… Todas maravillosas y, tristemente, todas
prácticamente desconocidas en las
edades infantiles. Desde ahí como futuros docentes, es como debemos actuar, pues
los alumnos, sobretodo en sus primeras edades cuentan con una inmadurez que les
hace especialmente plásticos, con una mente flexible y una capacidad de
aprendizaje asombrosa: no podemos desperdiciarla.
Los docentes tenemos un objetivo
fundamental en este ámbito, algo que, en mi persona no fue potenciado
debidamente y tuve que trabajar por mí mismo cuando adquirí la madurez precisa,
cuando en realidad mis profesores eran responsables directos de ello:
Potenciar, desde el principio, un amor a la Literatura. Es el comienzo, lo
esencial, lo importante.
En la etapa infantil se sientan estas
bases, y si no son correctamente potenciadas, si los pequeños no reciben por
nuestra parte ese pequeño empujón que les lleve a acercarse a la Literatura en
todas sus formas, no encontrarán nunca ese verdadero placer que esconde.
Siguiendo este objetivo general, las
explicaciones sobre el Bloque y la reflexión acerca de mi período de prácticas,
propongo dos aspectos fundamentales a tener en cuenta con los pequeños:
- Seleccionar
correctamente un libro. Algo que no es tarea sencilla, pues los libros
infantiles abundan, pero eso no quiere decir que sean ni apropiados ni
interesantes para nuestros alumnos concretos. Realizar buenas elecciones
implica analizar no únicamente el exterior, la presencia, sino los personajes,
la trama, el argumento principal…
- Conocer a
nuestros alumnos. Cada sujeto es único, sus gustos, sus aficiones y la
Literatura es amplia, en todos sus aspectos y modalidades: prosa, verso,
teatro… Podemos encontrar la perfecta para cada alumno, con el fin de desarrollar
ese amor y esa unión personal.
Si echo la vista atrás en mi época
estudiantil, poco puedo recordar de la Literatura que haya sido potenciado por
mis profesores, siendo el problema clave la obligatoriedad y la poca
consideración que se tiene con respecto a los intereses personales de cada uno,
tal y como he indicado. Mis acercamientos se limitaron únicamente a la prosa a
través de grandes y maravillosas novelas sí, pero en aquel momento ¿Qué podían
significar para un alumno como yo, con la cabeza en muchas otras cosas? Conocí
grandes obras, entre otras recuerdo leer a Camilo José Cela, Juan Valera con
‘‘Pepita Jimenez’’ o ‘‘Soldados de Salamina’’.
Esta obligatoriedad continua vigente y
es, desde mi punto de vista y experiencia, el problema, pues como he mencionado
al inicio del comentario, durante mi período de prácticas y más allá, a través
de mi propia familia, en la que cuento con sobrinas que apenas llegan a la
adolescencia, se encuentra en la misma.
Para sustentar mi crítica hacia la
obligatoriedad, como problema fundamental que aleja a los estudiantes de la
Literatura, puedo mencionar como, para mi sorpresa, he podido observar durante
mi período de prácticas que, la inmensa mayoría de alumnos, principalmente
situados en la adolescencia inicial, mantenía una relación constante con la
Literatura por su propio interés, de manera casi constante, pero los títulos
seleccionados tenían algo en común: estaban elegidos personalmente por los
alumnos, sin presiones, sin obligatoriedad. Y aun más sorprendente, los títulos
se repetían constantemente entre compañeros, influenciándose unos a otros:
‘‘Los juegos del Hambre’’, ‘‘La Saga Crepúsculo’’ y ‘‘Cazadores de Sombras’’.
Esto debería representar algo para los
docentes, pero en mi experiencia parecían seguir haciendo oídos sordos y
presentando las mismas obras, la misma Literatura centrada exclusivamente en la
prosa con la que me encontré hace diez años en mi experiencia principal.
Para finalizar mi reflexión, me
gustaría añadir la importancia de contar con una Biblioteca en el centro, pues
muchos de ellos la poseen y apenas dan uso a la misma, siendo esta una
autentica oportunidad para que los alumnos se adentren y conozcan la
Literatura.
Para aquellos centros que no cuentan
con ella, como ha sido el caso de mi centro de prácticas, la oportunidad de planear una salida hacia
la Biblioteca Municipal o Pública más cercana, es también una excelente medida,
pues las mismas, suelen organizar actividades para mostrar la lectura y la
Literatura de una manera atrayente en los alumnos, y lo que es más importante:
en todas las edades.
La actividad propuesta con anterioridad
fue realizada durante mis prácticas, pues el centro seleccionado contaba con la
suerte de encontrarse en pleno centro de la ciudad de Cáceres, junto a la
Biblioteca Pública de la ciudad. En la misma, se esfuerzan al máximo por atraer
nuevos lectores y acercar la Literatura, con estrategias bastante creativas.
Para destacar una de ellas, puedo anunciar la increíble idea de proponer
mensualmente un autor Literario, al cual le dedicarán las cuatro semanas del
mes a lectura para todas las edades, cada una de las tardes de sus obras, su
vida y los aspectos más relevantes de sus ideales. Los pequeños y mayores se
mostraban encantados.
En definitiva, la Literatura Infantil
debe potenciarse en sus múltiples facetas y es apropiado y posible acercarla a
todas las edades pero la presencia del profesor es única e imprescindible,
nuestro papel es despertar y funcionar como mediadores, pues evidentemente, no
podemos esperar que los alumnos aborden la Literatura por su propia voluntad
sin saber prácticamente nada de la misma y realmente es una pena que lleguen a
ella de manera tardía.
Chapó por lo que has dicho de que hay que conocer a nuestros alumnos para recomendarles una lectura apropiada.
ResponderEliminarCreo que este primer bloque sienta las bases de mucho de lo que hemos visto posteriormente, pero que sobre todo, es nuestra primera toma de contacto de una filosofía distinta a la hora de trabajar la literatura, algo que por lo que he leído, lo reflejas bien.
Joeee tio , nose porque pero el hablar en general de los maestros y eso ha echo que pareciese que me estabas hablando a mi. Esta reflexión ya la he copiado , que me la quedo para el futuro , porque es una especie de carta que va dirigida a todos los profesores y esto es algo que se debería hacer siempre y no que se necesite una carta para saberlo
ResponderEliminarDespertar y funcionar como mediadores, saber quien son nuestros alumnos, saber que estamos trabajando con una fuente de captación de sabiduría que no podemos desperdiciar. Son partes de tu reflexión que las lees y te hacen pensar. Realmente trabajamos con personas y tenemos que cuidar esa faceta, no son robots, todos los niños tienen sentimientos, hay que conocer como es nuestro alumno antes de darle un libro o otro. Creo que todo esto en tu texto lo explicas con mucha claridad.Gracias por los minutos que he invertido leyendo tu blog.
ResponderEliminarPerfecto.
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