Adaptación del cuento

"La joven princesa"

Cuenta la leyenda la existencia de un reino en un país muy lejano. Este reino, al que se le conocía como el reino de Lirlio, era muy difícil de localizar, ya que la entrada se encontraba en un valle rodeado de altas montañas, donde no salía muy a menudo el Sol, por la densa niebla que se formaba en él.

En este mundo lleno de cantidad de reinos dispersos por los diferentes países, no existía el Oro, bueno si existía, pero no era un símbolo de riquezas, sino que era un material más para poder realizar intercambios de mercancías con otros reinos. En dicho mundo, el valor mas preciado, muy por encima de oro y joyas, era la comida. Los reinos intercambian y entraban en disputas por la falta de alimentos, siendo los productos animales, los mas valiosos de todo el mundo.

Los Reyes de Lirlio, tenían grandes riquezas, por la posesión de una enorme extensión de terrenos para cultivar variedad de alimentos, como frutas, hortalizas, legumbres.. además de tener diversos animales que servían tanto de alimento, como para el trabajo.

Se trataba de un reino, en el que, a pesar, de existir distintos niveles jerárquicos, todos los Lirlianos tenían unas condiciones de vida buenas, no existían campesinos, aunque hubiera gente que se dedicará al campo.

Por ello, los Reyes se sentían muy queridos por todo el reino, pero nos les llenaba del todo ese cariño, sentían un vacío dentro de ellos. Durante varios años intentaron concebir un descendiente, pero debido al apretado día a día que tenían, el Rey porque debía de preocuparse por sacar adelante su reino, y la Reina, porque era bailarina y daba clases de baile, no tenían ningún momento de intimidad.

Por fin, y después de muchos fracasos, la reina dio a luz a una bella princesa. Con el paso del tiempo, la princesa fue creciendo, pero los reyes seguían teniendo un pequeño vacío, ya que su primogénita no era muy de su agrado, porque no le gustaba actuar como tal, no seguía los pasos de su madre como bailarina y, sobretodo, porque su belleza fue menguando con el paso de los años. Así, decidieron tener otro hijo, mujer de nuevo.

Pasados muchos años, la pequeña princesa se fue convirtiendo en una bellísima y noble mujer. A pesar de ser una princesa y de comportarse como tal, era muy amiga del pueblo, por eso todos la querían mas a ella que a su hermana mayor, lo que le generaba un sentimiento de celos hacia ella. Además, bailaba todos los días con su madre, provocando un mayor odio porque sus Padres mostraban mas afecto por su hija pequeña.

Aunque a los Reyes les preocupaba la mala relación que había entre sus hijas, existía un problema mucho mayor por el que se tenían que preocupar. El Reino de Lirlio empezó a sufrir los efectos de una crisis mundial que estaban atravesando todos reinos. Los alimentos, tanto de origen animal como vegetal, empezaban a ser escasos, lo que hacia a los reinos a salir en busca de ellos, hasta el punto de enfrentarse por ellos.

Había dos reinos, Buchelux y Jindrax, con los que guardaban una gran relación. El primero reino, es el que más problemas económicos tenía, ya que al encontrarse en una zona muy desértica, los animales y los suelos no obtenían la suficiente agua para subsistir. Mientras que el segundo reino, no tenía tantos problemas, pero si se unían ambos tronos, no habría tanta escasez de alimentos. Así pues, el Rey de Lirlio, al no tener un hijo varón para gobernar, decidió casar a sus hijas, con un príncipe de cada reino. Su primogénita de casaría con el príncipe de Buchelux, mientras que su hija menor se uniría en matrimonio con el de Jindrax.

Los tres reinos organizaron un banquete para que los casados se conociesen. Ambos príncipes, al observar por primera vez a las dos damas, se fijaron en la joven princesa, por su gran hermosura, provocando un mayor odio de su hermana mayor. Aunque los dos príncipes eran muy apuestos, la joven princesa no quería unirse en matrimonio con nadie, ya que era todavía muy joven para entregar su vida a un hombre, pero su Padre, que quería la unificación de los reinos, la obligo a casarse. Esa misma noche, concretaron los días de las bodas de ambas hijas, casándose primero la mayor, por orden de descendencia.

El día de la boda, por primera vez la primogénita del Rey y Reina de Lirlio, se mostró lo mas feliz y agradable que había estado desde que su hermana nació. Por el contrario, al príncipe de Buchelux se le veía algo preocupado y con miedo. Antes de la ceremonia, el Rey y su hijo, tuvieron una conversación a solas en una de las salas de Reino, sin saber, que la joven princesa, les estaba espiando.

- ¿Te ha quedado claro todo el plan?

- Sí, Padre, pero…

- No repliques, no hay vuelta atrás, lo haremos esta noche, los asesinaremos. Nuestro pueblo nos necesita..

- Pero es tu amigo y mi futura familia..

- En este mundo ya no hay sitio para los amigos hijo..

La princesa, al escuchar que querían asesinarles para quedarse con sus tierras, salió corriendo de su escondrijo para avisar a sus padres, pero el Rey y el príncipe la interceptaron, y como no podía permitir que su plan fallara, encerró a la princesa en una habitación junto con su hijo, mientras él se encargaría de asesinar a su padre.

La joven princesa, que incluso sollozando se veía hermosa, suplicaba y suplicaba al príncipe que la dejara marchar, que no podría vivir con el dolor por la muerte de su familia. El príncipe, que no estaba del todo seguro con el plan y que siempre sitio algo especial por ella, aunque fuera a casarse con su hermana, la dejo marchar.

La princesa fue corriendo hacia el gran salón del reino para avisar a sus padres, cuando de lejos observo que los dos Reyes estaban uno frente al otro..

- Padre, el Rey de Buchelux, quiere asesinarle, grito.

Todas las miradas se unieron en un solo punto. El rey de Buchelux, al ver que su plan fracasaba, se balanceó hacia el Rey con la intención de clavarle una daga. La reina, al verlo, se interpuso entre los dos reyes, recibiendo una apuñalada en el vientre. Los soldados Lirlianos, apresaron tanto al rey como al príncipe de Buchelux, mientras el Rey y sus hijas auxiliaban a su madre, desfallecida en el suelo frío de piedra.

El rey de Lirlio, al ver fallecer a su bella reina entre sus brazos, mando asesinar al rey y al príncipe de Buchelux. La joven princesa, al no soportar la trágica muerte de su madre y sentirse mal consigo misma por no haber llegado a tiempo a contárselo a su Padre, huyó del reino junto con dos objetos de gran valor para ella, los zapatos de baile de su madre, un abrigo de su madre y una bolsa con alimentos para poder sobrevivir durante su éxilio.

La princesa traspaso las altas montañas y se adentró en el bosque oscuro y musgoso. Muy poca gente se ha atrevido a cruzar el bosque por la presencia de grandes animales, fuertes y feroces, según cuentan las leyendas. Pero la joven princesa no tenía sentimiento alguno, solo sufría por la perdida de su madre.

Pasaron varias semanas y la princesa no se topo con ninguna fiera. Logró sobrevivir gracias a pequeños frutos que crecían en el bosque y a los alimentos que llevaba en la bolsa. Un día, la princesa escuchó acercándose a ella ladridos de perros y voces de personas. Cuando la joven reaccionó y quiso ponerse en marcha, un perro le mordisqueó el abrigo, sin poder dejarla marchar.

Los hombres, al llegar, creyeron que habían cazado un gran animal, pero al ver a la joven dama, sucia y algo trastocada, le preguntaron:

- ¿Quién eres? Y, ¿Qué estas haciendo aquí sola en este bosque oscuro?

La princesa, que no quería revelar su identidad porque no quería volver a Lirlio, les mintió diciéndoles que era una pobre ciudadana que se había adentrado en el bosque para buscar alimentos, pero en lugar de ello, encontró un sin fin de caminos que no tenían salida.

Los hombres llevaron ante su rey a la joven princesa para ver que hacían con ella. El joven y apuesto Rey, gobernante de un pequeño reino al otro lado del bosque oscuro, al observar a la joven dama le pregunto:

- Querida joven, ¿ Con quién tengo el placer de hablar y de donde procedes?

La joven princesa cabizbaja respondió:

- Soy una joven perdida a la que le gusta bailar.

El joven Rey sonrió, y se quedo en silencio durante un tiempo pensando. Se dio la vuelta, dirigiéndose a sus soldados:

- Llevarla al Castillo y que la aseen las doncellas. Será nuestra nueva profesora de baile.

Con el paso de los días, la joven princesa empezó con sus clases de baile. Al comienzo, se sentía triste y sin muchas ganas de impartir las clases, ya que el baile le recordaba a su difunta madre. Pero, poco a poco, fue cogiendo confianza, convirtiendo a las pequeñas bailarinas, en maestras del baile.

El joven Rey, que no tenía ningún familiar vivo, ni reina, organizaba cada quince días un baile para encontrar una futura reina para su pueblo, al cual, solían asistir amigos del trono y, en ocasiones, gente de la alta realeza. Para la joven princesa, era un día especial, era su primer baile en el reino. Al comienzo el baile, el Rey y la joven se encontraron por primera vez, desde su último encuentro. Ambos al verse se quedaron sin voz, no eran capaces de dirigir palabra, los ojos de uno estaban fijos en los ojos del otro, hasta que la joven princesa, rompió el silencio:

- Buenas noches Señor, los bailarines y bailarinas estan listos para la gala. Deseo y espero que sea una gran gala, dijo ella.

- Oja..Ojala así sea, dijo tartamudeando. Seguro que ha realizado un buen trabajo, bella dama.

La joven le mostró una leve sonrisa, y con una reverencia, se marchó a preparar a sus alumnos.

El joven rey, no sabía como reaccionar después de ver tanta belleza unía en un solo cuerpo y, se preguntaba que hacía una mujer tan hermosa en un bosque tan oscuro.

Al final, todo salió tal como se esperaba.

El rey decidió celebrar los bailes cada semana, ya no solo con el fin de buscar una reina, sino para ver bailar a la joven dama. No se la podía quitar de la cabeza.

En una de esas fiestas, iba a ocurrir un suceso bastante inesperado para la joven princesa. Una vez terminado el baile, el Rey hizo llamar a la joven dama; cuando la dama se presentó ante él,  le vio, le tenía ante sus propios ojos, estaba un poco mas viejo y canoso. Era su padre.

- Padre, ¿qué hace usted aquí?

- Hi.. hi.. Hija, ¡Estas viva! Te dábamos por muerta..

- No padre, escape..Escape por.. responde con voz melancólica.

- Tranquila hija, no te preocupes. Eso no importa ahora… lo importante es.. ¡Que estas viva! Grito ferozmente, provocando un silencio en todo el salón.

El Rey atónito, no entendía nada de lo que estaba ocurriendo. Bueno sí, ahora si entendía el porque de aquella belleza.

- Hija tenemos que irnos, ¡volvemos a casa!

- No padre, me fui de Lirlio para no volver. Aquí soy feliz, soy profesora de baile.

- Hija, hay que volver, vine a esta fiesta en busca de bailarines para la toma de mano de tu hermana mayor.

- ¿Qué? ¿Se va a casar?, ¿Después de lo qué pasó?... Y, ¿Con quién?

- Con el príncipe de Jindrax. Él estuvo con tu hermana ayudándola a pasar aquellos momentos tan difíciles. Venga vámonos.

El rey de Lirlio cogió a su hija de la mano y se la llevo. No le dio tiempo ni a despedirse de sus bailarines, ni del joven Rey, ni.. ¡de recoger sus cosas! Dejo sus objetos mas valioso en aquel reino.

Cuando llegaron a Lirlio, todo el reino se alegro del regreso de su pequeña princesa, todos, excepto su hermana, la cual al verla, le dijo que el reino estaba mucho mejor sin ella. La joven princesa pensaba lo mismo de ella, se sentía muy a gusto en aquel reino lejano, y más aún, al conocer al joven rey.

Todo siguió igual, hasta el día de la boda. La primogenita del rey rebosaba de felicidad, al igual que el príncipe de Jindrax. Todos estaban felices, salvo la joven princesa. Pero aquello no iba a durar mucho.

Durante la ceremonia, mientras todos estaban atentos a la unión matrimonial, la joven diviso al final de la sala al joven rey de aquel reino. La joven salió corriendo cruzando la sala e interrumpiendo la ceremonia.

- Joven rey, que agradable sorpresa, ¿A Qué se debe su visita?

- Ho..ho..hola joven princesa, dijo de nuevo tartamudeando. Le he traído sus pertenencias, su abrigo..sus zapatillas.. sus..

- Muchas gracias, le corta la joven dama, no tenía porque molestarse.

- Si lo tenía princesa. También traje otro pequeño objeto. Es un símbolo de alianza, de unión.

El rey de Lirlio, al no entender nada, exige una explicación al joven rey. El joven rey le aclaró que desde que conoció a su hija en aquel primer baila, no ha encontrado mujer mas hermosa. Y me gustaría unirme en matrimonio con su pequeña hija. El rey de Lirlio, que lo que quería era tener a sus hijas casas y encontrar nuevas alianzas con otros reinos, acepto. Mientras que la joven princesa, tras un momento de silencio, respondió:

- Sí, ¡Quiero!

Al final, las dos princesas de Lirlio se casarón. Y colorín colorado, este cuento, por fin se ha acabado!


El cuento adaptado "La joven princesa" va destinado a niños y niñas del segundo ciclo de Educación Primaria. Respecto a los cambios que he realizado es la presencia de una hermana mayor, mientras que en "Toda clase de pieles" era hija única. He mantenido la muerte de la reina, pero no por culpa del embarazo de la princesa, sino porque la asesina un rey de otro reino. 
Otro cambio a mi parecer el mas importante, he quitado la importancia que se le da a los diamantes y al oro, poniendo como recursos mas valiosos, uno que en muchas lugares del mundo (al igual que en el cuento) escasean, los alimentos. He cambiado también los tres objetos de "toda clase de pieles", sustituyendolos por un abrigo de su madre, las bailarinas de su madre y una bolsa con alimentos para su larga travesía. He sustituido el incesto, ya que no es un tema facíl de hablar y explicar a los niños. He mantenido la protagonista y su final, un final feliz junto a su príncipe.