¿LITERATURA ESPAÑOLA EN EDUCACIÓN PRIMARIA? ¿CÓMO?
Iniciar este comentario me ha supuesto
un viaje en el tiempo ‘‘Emilio ¿Recuerdas la Literatura Española en Educación
Primaria? ¿Era divertido estudiarla? ¿Mejoró tu interés por ella durante la
Educación Secundaria?’’
Me es imposible echar la vista atrás
sin pensar en cuantos errores cometieron mis profesores conmigo en el pasado y
cómo, si se hubiera propuesto mi educación y formación por la Lengua y, en este
caso concreto, la Literatura Española de una forma diferente, tanto mis
compañeros como yo, la habríamos podido disfrutar en todo su esplendor.
Durante mi etapa como niño y
adolescente, en Educación Primaria y Secundaria, respectivamente, recuerdo el
trato de la Lengua y la Literatura siempre de la misma forma: un profesor o
profesora de pie frente al encerado, con un libro de un autor, absolutamente
irrelevante para mí en aquellos momentos, sus gafas en la mano y hablándome sin
parar de muchos términos, conceptos y obras que ni conocía, ni pretendía
conocer, mientras todos mis compañeros y yo, esperábamos a que el tiempo pasara
postrados en nuestros pequeños pupitres. Eso no es Literatura, ni siquiera es
una clase enriquecedora y podría haberme hecho pensar que, es imposible en
cierto modo la enseñanza de estas competencias de manera eficaz durante la
etapa Primaria. No obstante, para nada es de este modo y el cambio está en
nosotros, los futuros docentes.
Pues bien, para iniciar esta reflexión
me he preguntado a mí mismo ¿Cómo podemos llevar esto a cabo?, analizando la
situación y teniendo en cuenta mi experiencia y aprendizaje tanto en esta clase
como en el período de prácticas puedo afirmar que sí, se puede; de hecho, todo
se puede lograr si se hace interesante. La motivación es la clave del éxito.
De manera evidente, Educación Primaria
y Secundaria, son etapas de cambios, transformaciones constantes en los alumnos
que acabarán por definir quienes son en realidad y por supuesto, poco le
importará descubrir las composiciones de Bequer, la vida de José Cela o la
procedencia de José de Espronceda. A no ser, por supuesto, que lo hagamos
deseable y lo centremos en sus intereses.
Es necesario para ello no sólo ver la
Literatura como asignatura relevante en la consecución de la competencia
Lingüística y la Cultural y Artística, sino poder lograr un alejamiento, una
toma de distancia de las cuestiones meramente conceptuales y empezar a
potenciar la funcionalidad de los contenidos, es decir, su aplicación para la
vida diaria. Es necesario dejar de ver autores y movimientos literarios e
intentar que los alumnos vean personajes y hechos reales, históricos que mucho
han contribuido a la sociedad, los libros, incluso las películas de cine que
los sujetos ven en la actualidad. Y es que, lo que en un principio nazca de
comprender, entender y sentir composiciones de autores, terminará siendo una
interiorización de movimientos literarios importantes, de autores enfrentados
por sus ideales a lo largo de la historia, a su debido tiempo. Hay que adaptar
el aprendizaje al niño y no al revés, al menos si lo que pretendemos es su
entera entrega a la Literatura, en este caso concreto.
Tras la exposición teórica de las
pretensiones que, desde mi punto de vista serían las más adecuadas, llega lo
más complejo: llevar esto a la práctica en el aula. Pues bien, considero
oportuno emplear actividades centradas en los alumnos, en sus intereses, en la
motivación que muestran, para poder trabajar la Literatura. Tales actividades
serán diversas conforme avanzan los conocimientos y la edad de los alumnos, por
supuesto, pero sin olvidar jamás dos aspectos: ellos son los protagonistas y la
Literatura no es aburrida, debemos hacérselo entender.
En el primer Ciclo de Educación
Primaria, encontramos los dos primeros cursos, con niños muy pequeños que
apenas sabrán nada de los autores, pero eso no es motivo alguno para no
iniciarles en Literatura. Estos pequeños tendrán inmadurez, serán incapaces de
comprender muchos aspectos conceptuales pero tendrán algo imprescindible: sensibilidad.
A partir de ahí podemos trabajar múltiples cuestiones literarias, podemos jugar
con las figuras literarias, podemos leer y hacer que aprendan cuestiones muy
concretas y significativas de esta asignatura.
Una actividad clave, desde mi punto de
vista, la que más trabajaban los profesores en mi período de prácticas y una,
muy acertada también en mi consideración, son las lluvias de ideas. Proponemos un personaje, movimiento, concepto o
aspecto literario que queramos aprender y explicamos a nuestros alumnos acerca
de él, considerando su edad, sus intereses y tratando de explotar esa
sensibilidad especial de la que hablábamos antes para que ellos expongan sus
ideas, sus emociones, sus impresiones iniciales al respecto y vayan formando esquemas mentales, construyendo una
imagen, perfiles que posteriormente se convertirá en aprendizajes conceptuales.
Lo esencial tanto en esta etapa como en
la correspondiente al segundo Ciclo de Educación Primaria es lograr un
aprendizaje inicial, un acercamiento a cuestiones mucho más importantes que
conceptos memorísticos: no hablamos de fechas, de nombres de obras, sino de
comprensión de las ideas, de los personajes que cada autor formaba, de la vida
de las propias figuras, de los movimientos más importantes de la Literatura
española.
Si llegamos al Segundo Ciclo de
Educación Primaria, podemos trabajar a través de actividades de relación
entre algunas figuras literarias semejantes o diferentes, en las que los
alumnos deben encontrar puntos en común. Del mismo modo, tarjetas o cartulinas con conceptos para que los alumnos expongan
todo lo que conocen acerca de ellos o incluso representaciones y juegos de mímica y Rol-Playing para
acercar la Literatura al ocio, al disfrute y alejarla de la concepción
aburrida. Todas estas actividades potenciarán el conocimiento de las
peculiaridades de las figuras literarias, de los movimientos, las ideologías y
sobretodo ayudarán a ordenar cronológicamente la historia de la Literatura en
España.
Conforme los alumnos avancen y lleguen
al Tercer Ciclo de Educación Primaria, es pertinente, desde mi punto de
vista y como he podido observar en las prácticas, que los alumnos empiecen a
perfeccionar sus conocimientos previos de las etapas anteriores, transformando
y perfeccionando sus ideas, estableciendo relaciones, reflexionando y
encontrando las causas y consecuencias de la Literatura Española.
Podemos trabajar en esta etapa a través
de representaciones como en la anterior, desarrollando Mapas Mentales, que, a diferencia de los Mapas Conceptuales,
permiten creatividad e imaginación al incorporar dibujos y se alejan del
pensamiento lineal de los segundos, potenciando la lateralidad en nuestros
alumnos: abriendo su mente a conexiones dentro de los conceptos, tratando de
llegar de ese modo al aprendizaje significativo.
Una técnica excelente que he podido
observar en las prácticas y que incorporé rápidamente mi lista mental de
actividades adecuadas que llevar a cabo en mi futura profesión fue la actividad
de los Seis Sombreros Para Pensar de
Edward de Bono. Consistiendo la misma en proponer un sombrero de color a
cada niño o pequeño grupo y teniendo que extraer conocimientos acerca de un
aspecto literario determinado, en función del color del sombrero: conclusiones,
aspectos positivos, aspectos negativos, conceptos relacionados con un autor,
soluciones alternas a una situación…
Más adelante, en la Educación
Secundaria, las actividades y el estudio de la Literatura Española deberán ir
más relacionadas, desde mi punto de vista, a entender la transcendencia,
conocer y tener ese interés, esa pasión por la Literatura, por conocer qué
ocurrió en España con respecto a ella… Y esto será posible si se han sentado
correctamente las bases, trabajando la asignatura adecuadamente desde un
principio.
Para finalizar mi comentario, haré
referencia a una colección de libros adaptados a distintas edades que permiten
trabajar Literatura Española con nuestros alumnos. Se trata de adaptaciones
realizadas por Anaya, que presentan Clásicos de la Literatura de nuestro país adaptados
a nivel infantil y juvenil. He tenido conocimiento de ellos en mi período de
prácticas y realmente me parecieron adecuados.
Página muy interesante sobre la literatura española y estrategias para ponerlas en práctica
http://www.educa.madrid.org/web/cp.ciudadderoma.madrid/semana_cultural/semana_cultural.htm
La literatura en el contexto escolar
http://www.alhaurin.com/pdf/2012/10.pdf
Yo también pienso que la motivación es la clave, y también saber que a los niños se les peude exigir siempre un poco más, ellos estan encantados de autosuperarse.
ResponderEliminarNo conocía la actividad de los sombreros... me la anoto para hacerla en algun momento jeje.
Con respecto a la colección de libros clásicos adaptados discrepo un poco, pierdo que se pierde la esencia del autor, pero no los conozco así que evitaré dar opiniones sin saber.
Me gusta tu última frase de que "el cambio está en nosotros". Va mucho conmigo XD
El planteamiento está bien. La aplicación al aula me gusta menos porque no reflejas lo que comentamos en clase. Hablamos de las adaptaciones y de que leer el Quijote de Cervantes no es lo mismo que leer el quijote de cervantes escrito por Pepe Pérez. Porque la función poética que es esencial en la literatura desaparece con la adaptación. Hablamos de usar fragmentos cortos y escogidos, poemas.. pero no adaptaciones. Se trata de acercar a los niños la literatura, no a adelantar contenidos de secundaria y esto incluye no leer libros enteros.
ResponderEliminarHas planteado cuestiones muy concretas por ciclos con las que no estoy demasiado de acuerdo y no has hablado de actividades puntuales o de usar los textos que aparecen a veces en el libro de lengua.