FOMENTAR LA
LECTURA, EL RETO DE LOS PROFES.
La lectura es ese gran reto para los profesionales de la
educación: una gran desconocida para los niños cuando ingresan en la Etapa
Primaria que habrá de convertirse, de acuerdo a los objetivos propuestos por
tutores y familiares, en una gran pasión para el estudiante, un objeto de
disfrute y enriquecimiento cultural. Pues bien, para que esto sea posible los
alumnos deben lograr el objetivo, la gran finalidad que a simple vista puede
parecer obvia y sencilla pero que, en realidad, no es ni sencilla de lograr ni
mucho menos fácil de mantener despierta: descubrir la lectura, descubrirla de
verdad.
A lo largo de mi etapa estudiantil recuerdo, conclusión que
a lo largo de esta asignatura hemos reiterado bastante en las clases, una mala
presentación de la palabra escrita en el colegio, una inexistente motivación en
ella y unos malos métodos de constancia para lograr interiorizar la importancia
y el placer que conlleva la lectura. Por todo ello, este bloque me ha hecho
reflexionar especialmente, recordando mi etapa en el colegio como alumno y
ahora, como profesor en prácticas.
El tema de la lectura está mal abordado desde un inicio;
todos los padres coinciden en la importancia de fomentar el hábito de la
lectura y los tutores de los centros reiteran la idea y ambos, se desesperan
cuando observan que los alumnos crecen y se alejan de la lectura por cada año
de crecimiento, dejándola de lado. Pues bien, en lugar de lamentarse,
profesores y padres, unos y otros deberían preguntarse a sí mismos:¿Hemos hecho
algo para cambiar esta situación? La respuesta a esta pregunta es un no
rotundo, pues, desde mi punto de vista y experiencia durante el período de
prácticas, el problema de los alumnos con la lectura radica en que, se pretende
que los niños desarrollen la habilidad de leer, el aprecio por los libros y lo
que pueden aportarnos, prácticamente por sí mismos, y no nos damos realmente cuenta de que son personas
que se están desarrollando, sin una personalidad clara, sin una capacidad
extraordinaria de reflexión que les lleve a interiorizar la idea de que la
lectura es beneficiosa y divertida. Ese es el error principal: en esta vida, los
alumnos están para aprender y nosotros, los docentes, para enseñar, y en esta
instrucción no únicamente caben conceptos (la lectura es positiva, lean
alumnos, por favor), sino también hay que enseñar procedimientos (así se
aprende a leer, así se comprenden los libros…) y actitudes (la lectura se
valora, se aprecia, se mima y se quiere)
¿Cómo llevamos esto a cabo? Pues bien, la lectura se
potencia desde el inicio del alumno en su contacto con la palabra escrita, hay
que practicarla, pero, como bien se menciona en el Bloque, hay que practicarla
no para su perfeccionamiento en sí, sino para apreciarla, para no olvidarla,
para convertirla en una necesidad. Descubrir la potencialidad simbólica del
lenguaje.
A partir de este objetivo planteado, llega lo más complejo:
su puesta en marcha. Las ventajas de la lectura son infinitas: desde potenciar
la competencia lingüística en los alumnos hasta fomentar relaciones
interpersonales e intrapersonales. No obstante, en esta puesta en marcha,
tenemos el problema fundamental que, desde mi punto de vista traerá consigo el
resto de los mismos: la obligatoriedad de la lectura.
Presentar la lectura como algo obligatorio comporta dos
aspectos, los dos negativos, que hay que evitar:
-
Unión
de la lectura con actividades extraescolares, con deberes extra que el alumno
lleva a casa. La lectura no debe vincularse como algo obligatorio en el centro
escolar o será imposible que el alumno logre llevarla voluntariamente a cabo en
casa.
-
La
selección de libros obligatorios, impuestos por el centro, un problema que
aleja la motivación, la lectura de los intereses del alumno.
Por tanto, si tenemos en cuenta estos dos aspectos a evitar,
podremos proponer dos objetivos, a mi parecer, los dos principales a llevar a
cabo con los alumnos para lograr desarrollar el hábito de la lectura:
-
Fomentar
la comprensión lectora: aprender a leer comprensivamente, a entender el mensaje
que se está leyendo, no únicamente descifrar el código escrito o transformar
las letras en sonidos, sino extraer el mensaje escondido. Es un objetivo
referido a procedimientos.
-
Fomentar
el interés, la motivación y la valoración de la lectura. Para ello podemos,
como bien se propone en el Bloque, aprovechar el interés por el entorno cercano
y buscar la magia en esta cercanía, teniendo cuidado con el deseo lector. Es un
objetivo referido a actitudes.
Estos son los dos objetivos clave que, a mi parecer, se han
de seguir para poder lograr el hábito de lectura en nuestros alumnos. Por
supuesto, hay un factor importante a tener en cuenta con estos dos objetivos:
Aprovechar el potencial de cada edad.
Para llevar a cabo tales pretensiones, se deben llevar a
cabo actividades, algunas de las propuestas en el Bloque, están cubiertas
perfectamente por los dos objetivos anteriores. Y es que, las actividades de
síntesis globales y concretas, de conclusión, de relación entre personajes, de
interpretación de hechos… están relacionadas con el primer objetivo y, del
mismo modo, las actividades para dejar huellas emocionales de la lectura en los
sujetos, se potencian con el segundo objetivo.
Las actividades que como futuro docente llevaría a cabo,
siempre centradas en los dos objetivos principales: comprensión y motivación en
la lectura, están relacionadas con aquellas ideas clave propuestas en el Bloque
y mi experiencia personal en el período de prácticas. Se engloban, por tanto en
los tres siguientes conjuntos:
-
Actividades
para antes de leer: los profesores deben potenciar la escucha activa en los
alumnos de relatos, libros o piezas y no olvidar que los mismos, trabajan por
imitación; recordemos el famoso spot publicitario: ‘‘Si tu lees, ellos leen’’.
Hay
que enseñar a los alumnos antes de enfrentarse a la actividad de leer,
concretamente que aspectos son los relevantes, los que deben retener y extraer
de la posterior lectura, anotando, por ejemplo, en la pizarra las cuestiones
básicas a recordar: personajes principales, entorno, edades, problema en la
historia…
-
Actividades
durante la lectura: una de las estrategias más relevantes que he podido
observar durante mi estancia en el centro de prácticas ha sido que, durante la
lectura, para incrementar el interés y la comprensión, los sujetos podían ir
subrayando las palabras esenciales de cada página leída: en rojo aquellas que
no comprendían y en azul las más esenciales para comprender la historia. No
obstante, conforme avanzaba el curso, los alumnos podrían subrayar menos
palabras en azul, esforzándose por retener en la memoria directamente los
aspectos relevantes de la historia.
-
Actividades
después de leer: es en este momento, cuando la creatividad, la imaginación y el
potencial del alumno debe tomar parte. Los niños pueden inventar sus propios
finales con los mismos personajes del cuento, cambiar características de los
mismos y hacer volar su imaginación. El objetivo es claro: llevar la lectura al
interés del sujeto, a su terreno.
Conforme avanzamos en el desarrollo de este tipo de
actividades, la mejoría, la cercanía y el interés por la lectura en los sujetos
se potenciará notablemente. Pero, es imprescindible no cesar en nuestro empeño,
pues no podremos esperar que los alumnos desarrollen por sí mismos un interés
pleno por la lectura si no servimos de mediadores entre los libros y ellos
mismos. Hemos de tener claro que somos responsables directos, debemos acercar
la lectura a los educandos y recordar, una vez más alejarla de la
obligatoriedad y que sean ellos mismos los que decidan qué libros leer, qué
historia es más entretenida, qué personajes son más atrayentes…haciéndolos
partícipes en su propia construcción como sujetos lectores.
Para finalizar, no puedo evitar confesar que me he sentido
particularmente identificado al escribir estas líneas, pensando que, tal vez si
mis profesores hubieran empleado este tipo de técnicas, tenido en cuenta mis
intereses y motivaciones y haciéndome ver la lectura más allá de una obligación
en la asignatura de Lengua, hubiera despertado mi interés por ella mucho antes,
la habría descubierto, descubierto de verdad, mucho, mucho antes.
Artículo de un manual para animar a los niños a la lectura
http://archena.es/files/MANUAL%20%20DE%20%20ANIMACION%20%20A%20%20LA%20%20LECTURA_0.pdf
Estoy de acuerdo con todo lo que dices, especialmente con tus dos objetivos clave: me gusta además que uno sea procedimental y otro actitudinal... eso quiere decir que tienes bien interiorizado que las actividades, seas cualen sean, hay que programarlas teniendo en cuenta los objetivos, las competencias y la consiguiente evaluación. Lo he visto muy muy poco en los blogs.
ResponderEliminarCreo, por otra parte, que todos y cada uno de nosotros se ha sentido frustrado con sus profesores por lo poco que nos han enseñado que la lectura es un hábito maravilloso. Pero bueno, esta experiencia nnos hace ver a nosotros mismos que no debemos caer en ese error que ahora criticamos.
Muy buena reflexión, y no lo olvides!
Bien. Debes revisar el documento que hay en luvit en el que se habla de cómo deben ser las actividades de lectura.
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